De nuevo en la pista, ésta vez con las ideas más claras y unos objetivos concretos; más accesibles.
Muchas veces tendemos a meternos en proyectos que aunque nos demos cuenta demasiado tarde de que nos vienen grande, bien por cabezoneria o bien por obstinación tratamos de mantener a flote, sea como sea, sacrificando tiempo tanto nuestro como de nuestros seres queridos. Al final, siempre e inevitablemente llega (y perdón por la expresión) el gran ostiazo, se te va de las manos tal y como estaba previsto, y como consecuencia de ésto, quizás por el orgullo herido las personas casi siempre tendemos a retraernos, a exiliarnos en nuestra mazmorra y ver el mundo pasar desde nuestro oscuro y pequeño agujero.
Lo bueno de rodearse siempre de gente que valga la pena es que esa gente por mal que te vayan las cosas no van a dejar que te hundas con los restos de tu buque, más bien al contrario tiran de ti con más paciencia que un santo para que recuperes tu pasión, aquel amor que olvidaste en algún punto del camino, esa llama que prendía con ímpetu cada vez que te metías a planificar un campeonato o evento. Cuando consigues volver a encontrarte con esa llamita, apenas rescoldos tibios de tu pasión olvidada, la miras de reojo, receloso; no quieres volver a fallarle, no quieres terminar de matarla.
Así pues con ánimos renovados, con nuevas fuerzas cual Gandalf El blanco Touring Masters no volverá a ser una comunidad que organice eventos, ni copas, ni campeonatos, al menos no a corto o medio plazo y quien sabe si jamás... Touring Masters se establece finalmente como un equipo, único e individual grupo de pilotos, que compartan al igual que éste que escribe el amor por el motor, por el conocimiento ligado a éste noble deporte y sobre todo unidos por un sentimiento lealtad entre compañeros.
Aitor Trujillo
Muchas veces tendemos a meternos en proyectos que aunque nos demos cuenta demasiado tarde de que nos vienen grande, bien por cabezoneria o bien por obstinación tratamos de mantener a flote, sea como sea, sacrificando tiempo tanto nuestro como de nuestros seres queridos. Al final, siempre e inevitablemente llega (y perdón por la expresión) el gran ostiazo, se te va de las manos tal y como estaba previsto, y como consecuencia de ésto, quizás por el orgullo herido las personas casi siempre tendemos a retraernos, a exiliarnos en nuestra mazmorra y ver el mundo pasar desde nuestro oscuro y pequeño agujero.
Lo bueno de rodearse siempre de gente que valga la pena es que esa gente por mal que te vayan las cosas no van a dejar que te hundas con los restos de tu buque, más bien al contrario tiran de ti con más paciencia que un santo para que recuperes tu pasión, aquel amor que olvidaste en algún punto del camino, esa llama que prendía con ímpetu cada vez que te metías a planificar un campeonato o evento. Cuando consigues volver a encontrarte con esa llamita, apenas rescoldos tibios de tu pasión olvidada, la miras de reojo, receloso; no quieres volver a fallarle, no quieres terminar de matarla.
Así pues con ánimos renovados, con nuevas fuerzas cual Gandalf El blanco Touring Masters no volverá a ser una comunidad que organice eventos, ni copas, ni campeonatos, al menos no a corto o medio plazo y quien sabe si jamás... Touring Masters se establece finalmente como un equipo, único e individual grupo de pilotos, que compartan al igual que éste que escribe el amor por el motor, por el conocimiento ligado a éste noble deporte y sobre todo unidos por un sentimiento lealtad entre compañeros.
Aitor Trujillo